LOZA DORADA

La Loza Dorada de Manises

La Loza Dorada es un tipo particular de cerámica decorada con un barniz especial que produce reflejos metálicos. La técnica del reflejo dorado, según todos los autores es de procedencia oriental y aparece originariamente dentro del mundo islámico en el siglo IX. Las hipótesis más probables es que se origina en Mesopotamia, en principio quizás por azar o fruto de las investigaciones que los alfareros musulmanes realizaron en el manejo de minerales y óxidos.

El procedimiento para producir loza dorada exige tres cocciones o cochuras. Con la primera obtenemos un bizcocho, es decir, una pieza resistente en la que el agua de la arcilla se ha evaporado. A continuación, sobre la pieza ya cocida, se aplica una capa de esmalte estannífero, de color blanco opaco, y los óxidos como el azul de cobalto para la realización de algunas decoraciones. En la última cocción, la más complicada, se aplican con pincel los reflejos metálicos (mezcla de plata, cobre y almagra diluido en vinagre) a baja temperatura y en una atmósfera reductora, sin oxígeno, para facilitar la fijación de los metales. Al sacar la pieza del horno debe ser bruñida para eliminar la capa negruzca que la recubre.

Los reflejos metálicos de la loza dorada pueden variar dependiendo de las cantidades utilizadas. Si el cobre y la plata se encuentran en la misma proporción, el resultado es una tonalidad dorada con reflejos púrpura, verdosos,azulados. Si la plata es más abundante, el dorado resulta más pálido con reflejos verdes y azules. Pero si sólo se ha empleado cobre, para ahorrar así en plata, el tono es cobrizo y achocolatado.

Desde los inicios, la técnica de reflejo dorado o metálico se transmitió de padres a hijos como un secreto profesional, por lo que todas las fórmulas y recetas antiguas se han perdido. Las primeras noticias las encontramos en dos tratados de los siglos XII y XIV de origen musulmán, donde se explican técnicas sobre el vidriado.

La Loza Dorada medieval

Antes de obtenerse la loza dorada propiamente dicha, se realizaron en el imperio islámico unas piezas a las que se aplicó un lustre dorado. Esta técnica parece derivar de otra, utilizada en los últimos tiempos del imperio romano, conservada en Egipto hasta la época abasí, quienes introdujeron los cambios fundamentales.

Las piezas más antiguas se han encontrado en Samarra y son fácilmente datables porque esta ciudad fue capital abbasí entre 836 y 892. Sin embargo, durante las excavaciones no se han encontrado restos de hornos, por lo que se ha supuesto que los alfares se encontraban en Bagdad.

A partir del siglo X el califato pierde la unidad y comienza una disgregación política debido a la aparición de nuevas dinastías locales. A pesar de la nueva situación, se siguió fabricando loza dorada destacando Egipto (cerámica fatimí de los siglos X-XII), Irán (cerámica selyúcida de los siglos XI-XIII) y Al Ándalus (loza nazarí de los siglos XII-XV).

Historia de la loza dorada en España

En occidente el dato más temprano es de 1384 y se deduce de las cuentas de la fábrica de Poitiers. En estas cuentas aparecen los materiales comprados por Juan de Valencia para la realización de unos azulejos de reflejo dorado, encargados por el Duque de Berry. Para conocer la técnica española sobre el dorado, tenemos que esperar a 1585 cuando Enrique Cock (Notario y Arquero de la Guardia Real) describe el pueblo de Muel con motivo del viaje de Felipe II a las Cortes de Monzón. En su relato nos aporta todos los datos sobre mezclas, cantidades y materiales, es decir, el procedimiento. A partir del siglo XVIII las noticias y recetas sobre el reflejo metálico son más abundantes. Esto se debe en parte a la fundación de la Fábrica del Buen Retiro, en la que se hicieron pruebas y ensayos por parte de Sebastián Scheppers. Además, en Alcora resurge el interés por esta técnica, conservándose recetas realizadas por los empleados y un informe del alcalde de Valencia en 1785, Manuel Martínez de Irujo, donde alude a los objetos fabricados con esta técnica, el origen musulmán, el proceso y las fórmulas empleadas en la fábrica.

La loza dorada medieval en España es introducida por los musulmanes en el Al Ándalus y es conocida como cerámica de reflejo dorado hispanomusulmana, por ser el antecedente y la influencia más directa de Manises. Los fragmentos más antiguos de loza dorada, encontrados en Madinat Al-Zahra, están datados en el siglo X y con toda probabilidad fueron piezas importadas desde Oriente. En la etapa almohade la fabricación de la primitiva loza dorada hispanomusulmana. Era frecuente y aparece en la documentación. Se fabricaban piezas en Calatayud desde el siglo XII las cuales eran exportadas a lejanos países, mientras que otros datos afirman la existencia de hornos en Málaga, Almería y Murcia.

El apogeo de la cerámica de reflejo dorado se produce durante el periodo nazarí, en los siglos XIII al XV. Las aportaciones orientales son escasas en general, aunque sí las hay puntuales, como el empleo del azul de cobalto en combinación con el dorado y la decoración arquitectónica mediante azulejos y alicatados.

La Loza Nazarí de Málaga

En este momento se llega al dominio de la técnica y a una madurez estilística consiguiendo ésta cerámica una gran valoración tanto en la Península Ibérica como en el resto de Europa. El centro de producción más importante fue Málaga, de donde deriva el nombre obra de Maliqa, expresión con la que se conocía a este tipo de piezas y que fue adoptada de manera equívoca par denominar la producción de reflejo dorado de manises. Las formas más comunes de la loza dorada nazarí son: platos o ataifores, copas, orzas, jarras y botes de farmacia. Aunque las piezas más importantes y destacadas son los llamados “jarrones de la Alhambra”.

En cuanto a la ornamentación, podemos distinguir dos características principales, el recargamiento y el sometimiento a la geometría. En lo que respecta a los motivos, destacan las lacerías, atauriques, sebqa, epigrafía, cadenetas, orlas de peces, el Árbol de la Vida…es decir, todo el repertorio característico del arte musulmán. Sin embargo, también existen decoraciones de una clara influencia cristiana como el naturalismo en la ornamentación vegetal, la figuración o los temas heráldicos.

Evoluciónde la Loza dorada en Manises

Desde los siglos XII y XIII, En la comarca d ella herta valenciana encontramos con una producción importante con decoración en dorado y azul de cobalto . Muchos de los temas decorativos nazaríes estarán presentes en etapas iniciales de la producción levantina de Manises debido a que los primeros alfareros procedían de los hornos de Málaga y tenían un origen musulmán.

Es muy probable que durante la dominación musulmana en la zona levantina existieran hornos que fabricaran piezas en verde y manganeso -tan característica del califato-, aunque sin alcanzar la importancia de otros centros alfareros andalusíes. Sin embargo, tras la Reconquista estos hornos conseguirán un gran protagonismo con la fabricación de cerámica de reflejo metálico.

Tanto en la técnica como en la estética partieron de la herencia musulmana y, muy pronto, los hornos de Manises, en manos de alfareros mudéjares e influidos por el arte cristiano. Un papel fundamental en la historia de la cerámica de reflejo dorado fue la familia Boil. En tiempos de Jaime I, el señorío de Manises pertenecía a la familia Luna, pero en 1304 ambos lugares fueron comprados por Pere Boil. Al poco tiempo, en 1323, este viajó al reino de Granada por orden del monarca para entrevistarse con el gobernador de Málaga, conocedor de la cerámica de reflejo dorado. Durante su estancia, es probable que se diera cuenta de la importancia artística y económica de esta producción, por lo que iniciará la gestión para el traslado de alfareros malagueños a Manises.

El estilo gótico irrumpió en los hornos de Manises con una vegetación naturalista, una mayor variedad de fauna y una grafía gótica entendible, todo lo contrario a la loza nazarí que continuaba representando un ataurique estereotipado, una epigrafía ilegible y una fauna escasa.

Una forma de constatar el éxito y la admiración por la loza dorada de Manises es a través de la pintura de siglo XV. Pintores flamencos, italianos y españoles representaron e incluyeron estas piezas en sus obras. Unas veces fueron azulejos y en otras ocasiones fueron piezas de vajilla con las series más características de Manises como las “hojas de brionia”,“flores de puntos” o las “hojas de hiedra”.

loza dorada pardalot

Plato del Pardalort con hojas rayadas, siglo XVII >> https://talavera16.es/serie-pardalot-con-hojas-rayadas/75-plato-reflejos-metalicos-de-pardalot-manises.html

El pájaro o Pardalot de Manises

La mayoría de las piezas conservadas de loza con reflejos metálicos de Manises se datan en los siglos XVII y XVIII cuando la decadencia técnica se acentúa cada vez más, hasta llegar a su final en el comienzo del siglo XIX. Las “hojas rayadas” y el “pardalot” (pájaro) son la decoración clásica del XVII, las cuales sufren una estilización. A partir de comiezo del siglo XVIII el las hojas rayadas evolucionan hacia las llamadas “sartas de riñones”, y el “pardalot” hacia una especie de ave-pez de cuerpo serpenteante, cabeza pequeña, pico curvo y cuerpo relleno de tallos o plumajes.

La serie de las Clavellinas de Manises

El motivo floral por excelencia de este siglo son las “clavellinas” que cubren el fondo junto a las hojas desflecadas, o bien, ocupan el centro de la pieza. Una tipología que abundará en este siglo es el lebrillo de perfil troncocónico y ala plana, usado en el ámbito doméstico, dándonos una idea de la popularización de la loza en estos momentos.

En el centro el “pardalot” rodeado de temas vegetales como la “clavellina”, trazos y puntos. En las paredes exteriores el motivo elegido es el de las “sartas de riñones”. En cuanto a los reversos, en el siglo XVIII raramente están decorados y las piezas que sí lo están, presentan simples espirales achatadas y diseminadas por la superficie. De manera excepcional y por influencia de Alcora, hay reversos con temas florales y pájaros.

Finalmente, en el siglo XIX, con la aparición del Romanticismo y el movimiento historicista se volverá a valorar a la Edad Media, ya que muchos viajeros sentían fascinación por el arte Oriental creado en Europa, es decir, el arte hispanomusulmán. Estos viajeros fomentaron la curiosidad, surgiendo así estilos como el neo-mudéjar o el neogótico.

Coleccionistas de Loza Dorada

Desde el siglo XIX la cerámica de reflejo dorado se convirtió en un foco de atracción, de estudio y de colección. Muchos intelectuales plantearon la recuperación de la técnica, por lo que muchas industrias del siglo XIX reinterpretaron y copiaron las obras medievales, pero mezclando temas y motivos que en origen no fueron contemporáneos.

El interés actual por coleccionar loza dorada española está muy difundido entre todos los expertos y aficionados al arte antiguo. Conocida internaciolamente como The Hispano-Moresque Ceramics, es decir, cerámica Hispano-musulmana o hispano-morisca la gran belleza y calidad artística de esta cerámica ha producido su revalorización constante y su compra por los museos y coleccionsitas más expertos.

series loza dorada  manises XVI al XVIII

Cuadro de la evolución de la decoración en las diferentes series de la Loza Dorada de Manises desde el siglo XVI al XVIII, basado en Martínez Caviró, B.

BIBLIOGRAFÍA:

Martínez Caviró, Balbina (1982): La loza dorada. Editora Nacional, 1982, Madrid.

▷  LOZA DORADA【TALAVERA 16 】

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