Policroma

La “Serie policroma” se considera una de las más características producciones de la cerámica talaverana. Esta es sin duda la serie que ha dado más fama a la loza de Talavera porque consigue representar escenas complejas, como si se tratara de verdaderos cuadros pintados al detalle.

La paleta de gran fuego de la loza de Talavera de la Reina

La serie policromada emplea la llamada paleta de gran fuego, denominación empleada para el conjunto de los cinco colores derivados de óxidos metálicos con los que se puede pintar en la cerámica que son: manganeso, amarillo, ocre, azul y verde. Los óxidos metálicos que se utilizaban desde antiguo en las cerámicas de pequeño fuego, verde y morado de manganeso se fijaban a una temperatura de 600 ºC, pero el azul cobalto el ocre y el amarillo necesitan una temperatura superior de hasta 1000 ºC que solo se consigue con la loza desde mediados del siglo XVI.

Origen de la serie policromada en España

La técnica policróma proviene de la región italiana de La Toscana y llegaron a España junto con otras modas renacentistas introducida por Niculoso Pisano en la azulejería de Sevilla a comienzo del siglo XVI. Los motivos se inspiran en los dibujos de Jan van der Straet y los grabados de Stradamus, Tempesta y Claudie Bouzonet.

La característica más destacada de esta serie es el aparente deseo de convertir la superficie de las piezas en soporte de una composición pictórica, superando los simples temas ornamentales de las serie anteriores. En este periodo muchas obras cerámicas se convierten en piezas ornamentales que se caracterizan por la profusión decorativa, sobre todo con escenas cinegéticas al gusto de la nobleza de la época. Se reflejan varias modalidades de caza, a pie y a caballo, con perro, con halcón, etc. Interpretados como si fueran auténticos cuadros en los que se consigue la sensación de vida y movimiento con el dominio del escorzo y la perspectiva.

Los temas representados constituyen probablemente el conjunto iconográfico más rico de la loza esmaltada española. También en los primeros años se decoran con escenas relacionadas con toros y venados y se van introduciendo varios personajes, que a veces podrán ser incluso cinco, formando una escena compleja con sentido narrativo y gran movimiento de animales galopando, caballos en corveta y figuras en escorzo.

A partir del último cuarto del siglo XVII se sigue manteniendo la misma estructura en la composición de las escenas, pero las figuras tienden a aumentar de tamaño y a ocupar más espacio. También aparecen los temas mitológicos y las historias de juegos infantiles que muestran a niños muy musculosos dibujados siempre con los brazos separados del tronco y las piernas medio desnudas y también separadas, quizás para ocupar más espacio. Todos tienen el rostro ovalado, las facciones muy esquemáticas y una frente excesivamente amplia.

Las piezas policromas que se hicieron en Puente del Arzobispo se consideran una popularización de esta serie polícroma utilizan el verde brillante, círculos concéntricos en bordes, y en lugar de escenas hay animales aislados en paisajes. Otras veces se incorporan arquitecturas simples y graciosas, en vez de animales. En los escenarios cinegéticos aparecen casi siempre árboles de viejo tronco retorcido y talado, del que parte una rama exuberante. El follaje se simplifica con una forma en espiral muy característica, quedando delimitado por un tronco fino.

Es frecuente (sobre todo en la segunda mitad del siglo XVIII) que aparezcan a los lados de las figuras o arquitectura central elementos florales estilizados, como un árbol a la derecha y a la izquierda un elemento vegetal alto, como una palmera, que luego derivará en el tema del “pino”, rematados por margaritas, tulipanes o simples discos abstractos que sugieren una flor.

talavera serie policroma

Los motivos heráldicos en la serie políocroma:

En numerosas piezas de esta serie aparecen motivos heráldicos en producciones realizadas por encargo de las familias nobles españolas y también de ordenes militares y religiosas. Uno de los mejores ejemplos son las producciones polícromas realizadas para la Botica Monasterio de El Escorial que además de por su belleza estética tienen gran interés documental ya que desde fines del siglo XVII consta en ellas el nombre del prior que las encargó, lo cual permite una precisa datación d ellas mismas. La ornamentación epigráfica de las talaveras de El Escorial se complementa con el escudo escurialense de El León de los Jerónimos y la Parrilla de San Lorenzo junto con los paisajes típicos policromados.

La Flor de la Patata.

Desde fines del siglo XVII y en los primeros años del XVIII tuvo gran popularidad las escenas decoradas con el tema llamado “flor de la patata” que consiste en ambientes campestres representadas por ligeros tallos de hojas menudas de una suave policromía, que envuelven escenas de luchas de fieras, las cacerías y los temas de toauromáquia con frecuencia acompañados de elementos arquitectónicos. Jarrones platos y especieros son la piezas más habituales con esta ornamentación.

Tema Taurino

Este tema está poco tratado en la iconografía talaverana ya que hace su aparición tarde dentro de la serie Policroma no popular del siglo XVII con caballos corriendo al toro, y se incorpora después en la producción popular talaverana. Los toros bravos y caballos de pura raza española se representan dentro de juegos caballerescos, donde los nobles en fiestas en pleno campo y sin público, cazaban al toro a modo de montería. En el siglo XVIII empieza a decaer en España el toreo a caballo, por la moda de montar a la brida y por el poco interés que mostraron los reyes Borbones en este espectaculo, al contrario que ocurría con los Austrias. A lo largo del XVIII En Talavera de la Reina las escenas ya no demuestran el tema del toro como deporte reservado a los nobles, sino como el espectáculo de masas que son las corridas. Aparecen el acoso de estos animales, el rejoneo, el toreo a pie, todos estos temas llenos de vigor y espontaneidad. Los artistas podían fijarse en las escenas de la fiesta de las “Mondas” y en la de la “Virgen del Prado”, pudiendo hacer copias instantáneas por su gran soltura, aunque también había inspiración en grabados.

▷  Policroma【TALAVERA 16 】

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