Loza Contrahecha de Talavera

Antigua Cerámica hecha a imitación de la Loza de Talavera de la Reina

El concepto de cerámica de imitación de Talavera o talaveras surge para dar nombre a la eclosión de centros alfareros que se produjo, sobre todo, durante los siglos XVII y XVIII, en donde se imitó de diversas maneras la cerámica realizada en la localidad de Talavera de la Reina (Toledo).

Las decoraciones de la Serie tricolor (azul, naranja y negro) fueron las que dieron fama y renombre en el siglo XVII a la cerámica de Talavera. Este Alfar de la provincia de Toledo estaba situado en las cercanías de la Corte de Madrid y por ello fue favorecido comercialmente al ser proveedro de los palacios reales, Monasterios y casas de la nobleza cortesana.

Traslado de pintores, imitaciones y copias de las copias de Talavera.

Por lo tanto sus colores y dibujos tricolores de la loza talaverana influyeron y se imitaron en la cerámica de mesa en otras regiones españolas., y así aparece documentado en relatos literarios y documentos de la época. Son estas, las llamadas lozas contrahechas, sinónimo de imitaciones, es decir deliberadamente imitadas.

Las imitaciones surgen en primer lugar por el fenómeno constatado de numerosos pintores que se forman en Talavera y se establecen en otro lugar, pero también se da el caso de la simple imitación para beneficiarse de la fama y prestigio comercial de la loza talaverana que era fácilmente reconocible y demandada por encima de otras cerámicas coetáneas.

También se produjo una imitación talaverana indirecta —tal como sucedió en las obras realizadas en la periferia de Aragón donde los talleres de Muel y Villafeliche que imitaban a Talavera a su vez influyeron en centros cercanos como Lérida, Almazán y Logroño.

loza contrahecha talavera almazan y villafeliche

AquÍ citamos localidades donde hay constatada la producción de Loza Contrahecha de Talavera.

Cerámicas similares o imitaciones de la obra de Talavera se llegaron en numerosos lugares del territorio español, por lo que podemos asegurar que en todas las zonas o regiones españolas se realizó algún tipo de imitación de la cerámica de talavera, desde Sevilla hasta Pamplona, pasando por Andalucía, Aragón, Cataluña, y las dos Castillas.

A pesar de que quedan muchos alfares de loza talaverana aún por documentar y estudiar bien estos son los citados en las publicaciones de estudios científicos sobe la cerámica española.

LOZA CONTRAHECHA TALAVERA LOGROÑO

Vaciamadrid, en 1596 (Pescador, 1965: 245);

Puente del Arzobispo (Pleguezuelo, 2001: 45);

Sevilla, en 1627 (Pescador, 1965: 246; Pleguezuelo, 2001:47);

Toledo, en 1680 (Pescador, 1965: 247-248; Pleguezuelo, 2001: 46);

Úbeda (Anibal y Cano, 2000; Pleguezuelo, 2001: 45-46);

Hellín (López y Rubio, 2010);

Valladolid (Moratinos, 1991: 368-370);

La Rioja (Logroño y Nájera) (Martínez Glera, 1994: 365-373);

Teruel (Álvaro, 1978: 67-71, figuras 45-48);

Muel (Álvaro, 1978: 145-149);

Zaragoza y Morata de Jalón (Álvaro, 1978)

Villafeliche (Álvaro, 1978:208-209, figuras 193-194)

Lérida (Pleguezuelo, 2001: 49).

Pamplona (Pleguezuelo, 2001: 45)

Santander, (Pleguezuelo, 2001: 45),

Almazán (Retuerce Velasco, M 2021)

Tanto fue el prestigio de la denominación del nombre de Talavera que se convirtió en apelativo de loza, de manera que esta ciudad castellana acabó denominar en la literatura de la época de Cervantes y Lope de Vega a cualquier pieza de vajilla pintada y vidriada realizada en el país.

A pesar de que algunos coleccionistas y museos realizan la asignación de las piezas o fragmentos cerámicos a la labor «genuina» talaverana o bien considerarlos como «copias» o «imitaciones» de esta, según la calidad o la perfección en el acabado, es importante reseñar que tiene que ser un futuro banco de datos que documente el análisis científico de las pastas y vidriados así colo la blancura, densidad, brillantez, tersura, porosidad, dureza y adherencia de los fragmentos de cerámicas encontrados en los diferentes testares y alfares documentados arqueológicamente.

El análisis de la decoración o belleza de la pieza suele estar sobrevalorado e induce a errores, ya que es el más ostensible de los rasgos externos de la obra, el más imitado y por tanto el menos revelador respecto del auténtico origen.

Los casos recientes de la documentación y publicación definitiva de los talleres de hellín (Albacete) y Almazán (Soria) que en los catálogos del siglo XX aparecen confundidos con producciones de la Propia Talavera o de talleres aragoneses, abren una puerta a la esperanza de futuras catalogaciones más precisas.

En el caso de Almazán, localidad situada en la orilla izquierda del río Duero, en la provincia de Soria, en la documentación escrita de fines del siglo XV nos habla de una calle de los Olleros, que se suponen llegados de Aragón. Teógenes Ortego en 1973 ya dió noticia de la existencia de piezas de loza con motivos en azul de aves y flores (albarelos, tarros y platos con los apellidos Belazqvez y Contreras) que tuvo en sus manos y

de las que hoy se desconoce su paradero. Más adelante las excavaciones arqueológicas de una letrina del palacio de los Hurtado de Mendoza, se documentaron cerámicas de las serie de helechos y golondrinas del XVII posiblemente imitada en Almazán. Otras excavaciones en iglesias y entornos funerarios del siglo XVIII también ha documentado platos y cuencos usados en el sacramento de la extrema unción decorados con plantones o palmetas en azul o morado, encontrados abundantemente en provincias como Soria, Burgos o Valladolid donde se comercializó la cerámica de Almazán. Con toda esta información la loza de Almazán es actualmente identificable y en gran parte es posible diferenciarla de otras imitaciones de lozas contrahechas de Talavera.

Bibliografía:

Retuerce Velasco, M y Garrido Amorós, P. (2021): Almazan (SORIA): Un Centro De Produccion Ceramica De ImitacionDe Talavera En Los Siglos XVII y XVIII. Tecnología De Los Vidriados En El Oeste Mediterráneo: Tradiciones Islámicas Y Cristianas J. Coll Conesa · E. Salinas Pleguezuelo (Eds.)

- Álvaro Zamora, M.ª I. (1978): Cerámica aragonesa decorada. Desde la expulsión de los moriscos a la extinción de los alfares (siglos XVII-comienzos del XX). Zaragoza: Libros Pórtico.

- Aníbal, C. y Cano, C. (2000): «La cerámica pintada de Úbeda. Avance de un estudio sistemático». Revista de Arqueología, 224, pp. 38-45.

-López Precioso, F. J. y Rubio Celada, A. (2010): «Cerámicas de los alfares de Hellín (Albacete) en el Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid». En: Homenaje a Alfonso Santamaría Conde. Albacete, pp. 321-338.

-Márquez Muñoz, J. Á. (1992): «Panorama de la arqueología medieval en Almazán». II Symposium de Arqueología Soriana, vol. II. Soria, pp. 1115-1130.

-Márquez Muñoz, J. Á. (1994): «La cerámica de Almazán». Programa de Fiestas de la Bajada de Jesús, 8. Almazán.

-Martínez Glera, E. (1994): La alfarería en la Rioja. Logroño: Consejería de Cultura, Deportes y Juventud del Gobierno de la Rioja.

-Martínez Laseca, J. M. (1983): Alfarería popular de la provincia de Soria. Arevacón. Revista de la Asociación de Amigos del Museo Numantino, 8, pp, 7-12.

-Moratinos García, M. (1991): «Excavaciones arqueológicas en el monasterio de Santa María del Prado de Valladolid». En: Arqueología Urbana en Valladolid. Valladolid: Consejería de Cultura y Bienestar Social. Junta de Castilla y León, pp. 361-374.

-Ortego Frías, T. (1973): Almazán. Ilustre villa soriana. Madrid: Caja General de Ahorros y Préstamos de la Provincia.

-Pescador del Hoyo, M.ª del C. (1965): «La loza de Talavera y sus imitaciones del siglo XVII». Archivo Español de Arte, 149-152, pp. 245-260.

-Pleguezuelo, A. (2001): «Lozas contrahechas. Ecos de Talavera en la cerámica española». En: Talavera y Puente del Arzobispo en la colección Bertrán y Musitu. Barcelona, pp. 37-53. Pleguezuelo, A. (2002): Lozas y azulejos de la Colección Carranza. 2 vol. Albacete.

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