Alfarería de Deza

Las lozas ordinarias y ollerías de Deza

Nuestra sorpresa al estudiar el casi desconocido centro alfarero de Deza ubicado en el sureste de la provincia, ha sido la posibilidad de que se pudo fabricar loza ordinaria a finales del siglo XVIII y durante el XIX, probablemente en el alfar del industrial Juan Febrel y sus hijos.

Por lo tanto a pesar de que no hay un reconocimiento ni publicación de las formas y decoraciones de esta loza ni tampoco de la cerámica vidriada del siglo XX, creemos que el alfar de Deza merece un futuro estudio en profundidad, con posibles catas arqueológicas en sus testares, que aportarían mucha información relevante a la comprensión tanto de la loza como de la cerámica popular soriana.

La Ollería morisca y popular de Deza del siglo XVI hasta el XX

Los alfareros de Deza están confirmados al menos desde el siglo XVI, citados como olleros y alcalleros. Por lo tanto el origen de su producción de ollería es morisco, y con intervalos de decadencia y variaciones está tradición de marcado carácter popular perduró hasta el año 1960.

Al igual que está documentado en la villa soriana de Ágreda, en Deza también se relaciona la alfarería con la población morisca. Se conserva un documento fechado en 1551 en el que el duque de Medinaceli asigna a los olleros y "arcalleros" (alfareros y fabricantes de tejas y ladrillos) de Deza leña y broza para quemar en las hornadas. En documentos de la inquisición de Cuenca se cita varios vecinos de Deza como Cristobal Ollero, Agustín Alcaller, y Lope de los Escudos Arcaller.

La expulsión de los moriscos de Deza en 1611

La expulsión de la población morisca en esta localidad tuvo un impacto enorme en su actividad industrial. La artesanía de la villa a lo largo de todo el siglo XVI fue prospera y abundante, momento rondaba una población de unos los 400 vecinos, alrededor de 1500 habitantes. De esta pujante población se calcula que la expulsión de los moriscos supuso la salida de unas 400 cuatrocientas personas en total, casi un tercio de su población total.

Al quedar los alfares de Deza abandonados, acudieron industriales foráneos animados por la posibilidad de comprar y reactivar estas industrias de una forma muy ventajosa. En los alfares aragoneses como Muel está documentada la llegada de catalanes e italianos, en la vecina Deza también tuvieron que llegar alfareros formados desde los únicos centros españoles con pujante actividad en ese momento que fueron Cataluña y Valencia.

Industriales de la familia Febrel y la loza de Deza

Después de 1611 la alfarería de Deza casi se extinguió hasta que la llegada a Deza de una saga de industriosos alfareros de apellido Febrel o Febrer. Desde 1640 se cita a Joseph Febrel hijo de Francisco Febrer, asentado en Deza. Este apellido se considera de origen valenciano, pero no hay datos de su procedencia exacta. El más activo en la alfarería de Deza fue Juan Febrel, cuyos descendientes seguían trabajando en su obrador a mediados del siglo XVIII y su tradición familiar continuó hasta mediados del siglo XIX

Los alfares del siglo XVIII y XIX se ubicaban en la zona de la calle Ollerías, donde hay información de que aparecen numerosos restos de alfar de piezas rotas y quemadas algunas de ellas con "llamativos y variados esmaltes" y abundantes restos de "morillos" y "atifles" que fueron usados para producir cerámica esmaltada, muy probablemente loza similar a la que se hacía en Almazán en ese periodo. (1)

Un importante obrador de tejas y ladrillos, de propiedad municipal estuvo ubicado en la zona de la Dehesa, al otro lado del río Henar, documentado desde el siglo XVI, se conoce que en el XVIII era trabajado por tejeros contratados y procedentes en su mayoría desde Navarra, provocando quejas de los trabajadores locales.


El catastro de Ensenada del año 1753 nos da esta información de la villa de Deza:

Ollero y cantarero, 1 maestro asentado en la zona de "Las ollerías", con una renta anual de 900 reales y con 180 dias útiles.

Este único ollero de mitad del siglo XVIII, tubo que ser Juan Febrel, que aparentemente no producía loza, en ese periodo por la denominación de "ollero y cantarero" pero a mediados del siglo XIX había en la villa de Deza un solo alfarero perteneciente a la saga de los Febrel, citado como ollero de loza ordinaria, con taller en la calle de Ollerías. La cita de producción de loza ordinaria en el barrio de ollerías y su concordancia con la cita de Alejandre Alcalde (2011) que ha observado atifles y restos de alfar de cerámicas vidriadas en diferentes colores permite suponer que en el siglo XIX se elaboró algún tipo de loza decorada en Deza.

Madoz en 1850 no cita la actividad alfarera, quizás por omisión. No obstante a finales del siglo XIX la actividad alfarera se reactiva con intensidad al llegar alfarerso procedentes de Alicante y también otros del pueblo soriano de Tajueco, que se instalaron en la zona de la Taranzana y en San Blás.

A comienzo del siglo XX había cinco talleres alfareros fabricando tanto cerámica de agua como de fuego. Piezas populares de la alfarería de Deza eran: botijos, pucheros, cántaros e incluso objetos decorativos.


Hacia 1920 llega la decadencia de la alfareria popular en este publo hasta que en 1960 clausura su ultimo alfar.

Cantaro de deza soria

Cántaro blanco de Deza. Exposición Cerámica tradicional en Soria, Diputación de Soria, 1994. Museo Numantino, ARGENTE José Luis. y COLÍN,

Ceramistas valencianos en Deza

Además de la antigua familia Farrel asentada en Deza desde el siglo XVI, de posible ascendencia valenciana, tenemos citas de ceramistas provenientes de Alicante y también un industrial valenciano de apellido Santonja con importante fábrica abierta a finales del siglo XIX.

Este taller Santonja, debió ser importante pues atrajo al alfarero de Tajueco Clemente Almazán, que se trasladó a Deza para trabajar en el taller de Santonja. Su hijo fue Pedro Almazán que se casó con una mujer de Boos, quizás se formó también en este taller.

Las estrañas cerámicas decorativas, y la producción de barro para agua de color blanco cocido con sal, son absolutamente ajenas a la tradición sorian de Tajueco o cualquier otro alfar de la provincia. Quizás estas innovaciones, en la pequeña localidad soriana de Deza al final del siglo XIX, se explican por la llegada a Deza de innovaciones ya existentes en los industrializados talleres valencianos del siglo XIX.

Cerámica decorativa de Deza con Pedro Almazán

En Deza destacaron dos familias alfareras procedentes de Tajueco que fueron los Almazán y los Mateo. La alfarería popular de Deza de finales del siglo XIX y del XX, estuvo íntimamente relacionada con la de Tajueco ya que de allí procedían su mas activos maestros como Pedro Almazán, que a su vez formó a varios de sus hijos en Deza, como fueron sus tres hijos  para que después continuaran trabando en Tajueco (Máximo y Juan Almazán), y Lorenzo Almzán en Boos, durante todo el siglo XX.

Según la Guía de Artesanía de Castilla y León de 1991, en el último tercio de dicha centuria se trasladó a Deza el alfarero Clemente Almazán. “Su hijo, Pedro Almazán Remartínez, fue un notable diseñador de botellas y jarrones de adorno, muy estilizados y con cuellos largos y asas muy ornamentales”.Obra suya es la singular lámpara de cerámica que cuelga en la nave de la ermita de san Antonio (el patrón de Tajueco) en Deza, así como algunos frescos de barros pintados,la imagen del santo titular y sus andas, que son de 1910. Y en Deza hemos podido ver, en efecto tales obras de Pedro Almazán Remartínez.

Alfarería Soriana siglo XIX Deza

Dibujos de los bocetos del alfarero de Deza Pedro Almazán Remartínez , productivo a finales siglo XIX y principios del XX. (2)

A partir de esta imagen publicada de los bocetos de Pedro Almazán, hechos a comienzo del siglo XX en Deza, todas las guías de artesanía han repetido sucesivamente que este tipo de cerámica se produjo en Deza. Pero estas botellas de líneas estilizadas, largos cuellos y complicadas asas, decorativas, se nos aparecen a nosotros como casi imposibles, aunque, sí que es cierto que se elaboró una lámpara decorativa de gran tamaño y complejidad por encargo de la iglesia local.

Algunas de sus piezas más elaboradas se conservan en la ermita de San Antonio, muy próxima al último horno, donde hay frescos a base de barros pintados, una imagen del Santo en cerámica y una increíble lámpara repleta de adornos. (3)

Botijos blancos de Deza

Dejando a un lado la escasa cerámica decorativa de Pedro Almazán, última y abundante cerámica de Deza en el siglo XX fue la chatarrería de botijos y cántaros. La cerámica de Deza se formaba de objetos para agua con tierra blanca cocida con sal, y piezas para fuego vidriadas de color rojo. (4)

Este tipo de cerámica blanca, quizás cocida con sal es la que vemos en el cántaro procedente de Deza y expuesto en Soria en 1994. El último "cacharrero" de Deza fue Cirilo Mínguez, también procedente de Tajueco, activo poco tiempo posiblemente a finales de los años cincuenta del pasado siglo XX.

En la primera década de este siglo, según el Nomenclátor histórico geográfico de Soria eran cinco las fábricas de botijos (5), pucheros y cántaros existentes en la localidad. Pero quizás lo más característico de la extinguida producción alfarera de Deza lo constituyan sus blancos botijos para el agua, conseguidos por la adición de sal común a la masa cerámica durante el proceso de cochura en el horno.

botijo blanco ceramica deza soria

Botijos blancos de Deza

La tradición oral confirma que en Deza se empleaban dos tipos de arcillas, la roja se utilizaba para piezas de fuego, y una amarillenta para las de agua. Esta última arcilla es caliza, "por lo que si se añaden vapores de sal en la última fase de la cocción, sale de color blanco, como sucede en Magallón. Esta arcilla blanca en una cocuhura normal, sin sal, da un color crema, por este motivo los cántaros procedentes de Deza unos son de color crema y otros blancos.

La Guía de Artesanía de Soria (1) recoge los datos del anuario de 1931, que nos aporta el nombre de algunos alfareros activos en la provincia de Soria:

En Deza: Francisco Salvador y José Santonja

Por lo tanto la fábrica de cerámica de José Santonja en Deza, donde trabajaba el alfarero Pedro Almazán, parece que fue el centro más activo antes de la Guerra Civil (7). Después de la Guerra únicamente estuvo activo Cirilo Mínguez, durante un corto tiempo en los años 50 del siglo XX.

NOTAS:

(1)  ALEJANDRE ALCALDE, Vicente (2011): Deza entre Castilla y Aragón.  Editorial: Diputación Provincial de Soria. Soria. Página 242

(2) AZCÁRRAGA, María Isabel de, y RODRÍGUEZ LIMÓN, Serafín: “La alfarería de Tajueco y Quintana Redonda”, en Narria, nº 11, Septiembre de 1978, Madrid. Página 19.

(3) MARTÍNEZ LASECA, José María: “Alfarería popular de la provincia de Soria”, Arevacón, nº 8, Soria, 1983. (página 10)

(4) Alfarería y Cerámica de Soria: Tajueco y Quintana Redonda. Texto del Dr. Abraham Rubio Celada, Asesor de cerámica de la Fundación Zuloaga y Socio de EcraServicios Integrales de Arte. ( https://espanafascinante.com/lugares/que-ver-en-comillas-arquitectura-colores-brillantes-mar)

(5) BLASCO JIMÉNEZ, M.: Nomenclator histórico, geográfico y descriptivo de la provincia de Soria. Pascua  Rioja. 2.a Ed. reformada . Soria 1909, pág. 531.

(6)  MARÍA de, Ricardo; SANZ, Domingo (1999): "Boos y su entorno" Noticias Adobe nº 7, Marzo 1999. Revista editada en Madrid. Páginas 1 a 3.

BIBLIOGRAFÍA:

ALEJANDRE ALCALDE, Vicente (2011): Deza entre Castilla y Aragón.  Editorial: Diputación Provincial de Soria. Soria. 

ARGENTE José Luis. y COLÍN, Celestino: Cerámica tradicional en Soria, Diputación de Soria, 1994.

AZCÁRRAGA, María Isabel de, y RODRÍGUEZ LIMÓN, Serafín: “La alfarería de Tajueco y Quintana Redonda”, en Narria, nº 11, Septiembre de 1978, Madrid.

CORONADO, Ángel.: “Las rutas perdidas de la alfarería soriana”, Soria Semanal, 9-abril-1977.

ECHEVARRIA, E. / J. FERNANDEZ / C. VALDIVIESO ALFARERIA CASTELLANA. EL OBRADOR DE LA FAMILIA FERNANDEZ EN BALTANAS. PALENCIA, 2013, 82 p

MARTÍNEZ LASECA, José María: “Alfarería popular de la provincia de Soria”, Arevacón, nº 8, Soria, 1983.

VV.AA. (1981) FERNANDEZ MONTES, M.; CARETERO PÉREZ, A; ALBERTOS SOLERA, M.A .: Alfarería popular de Tajueco, Museo Numantino, Soria, 1981.

Autor: Guillermo Gómez Modamio

TALAVERA-16

Septiembre del año 2023

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